Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo (cerebro reptil), se encarga de llegar vivos a mañana, de la supervivencia, es egoísta, perezoso, quiere descansar, comer, y reproducirse. Y del sistema límbico (cerebro emocional), la naturaleza puso el neocórtex, el cerebro racional.
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes y de desarrollar un “yo consciente” y una compleja vida emocional.
En el tiempo que nos está tocando vivir, no paramos de experimentar emociones y situaciones desconocidas para muchos de nosotros, que intentamos controlar con la razón y la lógica. Pero parece indudable que nos afectan muchos estímulos que no percibimos conscientemente y que, por lo tanto, no podemos evaluar de manera racional, de ahí las siguientes preguntas:
¿Sabes cómo gestionar las emociones?
¿Sabes cómo vivir en el presente?
¿Sabes cómo poner freno a los pensamientos repetitivos?
¿Sabes los diferentes temperamentos que se contemplan en acupuntura?
¿Sabes qué son las frecuencias binarias?
¿Sabes qué son los puntos Maestros?
¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Estados anímicos que manifiestan una gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un torbellino de comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes.
Se puede decir que las emociones no son entidades psicológicas simples sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.
No se pueden disimular, ni controlar directamente, sino a través de un largo aprendizaje, a sentirlas de diferente manera, según nuestro temperamento.
¿PARA QUÉ SIRVEN?
Charles Darwin habló de la función de supervivencia de las emociones, ya que ayudan a generar las respuestas de “emergencia” adecuadas a cada variación del entorno, mediadas por los neurotransmisores y hormonas.
Cuando se habla de emociones y se las intenta clasificar, surgen diferentes puntos de vista. La más básica es la de las seis emociones básicas:
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Enfado, está relacionado con el meridiano de hígado.
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Alegría, está relacionada con el meridiano de corazón.
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Tristeza, está relacionada con el meridiano de pulmón.
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Miedo, está relacionado con el meridiano de riñón. Cuando la energía de riñón es débil, aparece el miedo innecesario, a “destiempo”, bloqueándonos e impidiéndonos avanzar. Pero existe un miedo necesario que nos alerta del peligro. El miedo activa el hipotálamo, lóbulo frontal corteza cerebral, suprarrenales (riñón Yang) que produce la liberación de adrenalina. Esto hace que se dilaten las pupilas, aumenta la presión arterial y los músculos se contraerán, lo que contribuye a la supervivencia de la persona en situaciones de emergencia.
Las otras dos emociones son: la sorpresa y el asco, que no tienen una representación tan evidente en la M.T.C. Aunque sí sabemos que la sorpresa paraliza a Qi (energía)
Robert Plutchik identificó y clasificó las emociones en 1980: propuso que los animales y los seres humanos experimentan 8 categorías básicas de emociones: temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, esperanza, alegría y aceptación.
Leon Hammer propone los “siete demonios”: miedo, melancolía, aflicción, ira, alegría desmedida, preocupación y ansiedad.
Giovanni Maciocia habla de las siete emociones: ira, alegría, preocupación, reflexión, tristeza, miedo y susto (sorpresa)
Otras podrían ser: desprecio, asco, miedo, ira, sorpresa, tristeza o alegría
En este cuadro vamos a representar a otras emociones de las llamadas asociadas, con sus respectivas relaciones con los cinco elementos de la M.T.C.
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AGUA, representa al riñón y vejiga.
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MADERA, representa al hígado y vesícula biliar.
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FUEGO, representa al corazón e intestino delgado.
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TIERRA, representa al bazo-páncreas y estómago.
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METAL, representa al pulmón e intestino grueso.
Pero no sólo en la cultura china, también en la antigua Grecia, primero Galeno por el año 200 y posteriormente Hipócrates en el 300, hablaban de los “humores” que marcaban a los temperamentos:
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Sanguíneo, afable, entusiasta.
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Bilis negra, tímidos y melancólicos, soñadores.
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Bilis amarilla, coléricos, impulsivos.
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Flemáticos, tranquilos, que se demoran en la toma de decisiones.
En Medicina China , conocemos la importancia de los temperamentos según los “cinco movimientos” regulados en su máximo por los meridianos curiosos, maravillosos, extraordinarios y en definitiva por sus puntos de apertura, que podemos regular con las frecuencias binarias.
EL TEMPERAMENTO
El temperamento es la base genética de cada uno y va a marcar cómo “vivimos” esas emociones.
Cada meridiano maravilloso o curioso nos aporta un temperamento diferente; si actuamos sobre su punto “maestro” o de “apertura” , con las frecuencias binarias, conseguiremos regular y equilibrar nuestro temperamento y por ende, modular nuestra respuesta emocional.
Estos puntos son:
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4BP, abre el CHONGMAI, nos aportará el temperamento tranquilo, bonachón, agradable, dispuesto a escuchar, afable hacia los demás.
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6MC, abre el YINWEI, nos conferirá fuerza interior y algo de insolencia para así poder conseguir lo que queremos.
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6R, abre el YINQIAO, nos dará tenacidad para no rendirnos.
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7P, abre el RENMAI, nos facilitará la capacidad de reunir a los demás, de que haya armonia y paz entre todos.
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5TR, abre el YANGWEI, hará que permanezcamos más atentos a lo que nos rodea, y a ser más lógicos.
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41VB, abre el DAIMAI, nos aportará imaginación para ver las oportunidades que se nos presentan en la vida.
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62V, abre el YANGQIAO, nos aportará “encanto”, haciéndonos más atractivos para los demás, nos hará ser más agradables.
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3ID, abre el DUMAI, desarrollará nuestro sentido artístico, nos hará ser más altruistas, menos egoístas.
Por supuesto, para la regulación emocional desarrollaríamos nuestros protocolos que se pueden seguir en esta App. Como el PROTOCOLO DE LOS OJOS, que podrás encontrar en el temario correspondiente a TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO.