FUQI CIELO
Para explicarlo, debemos aclarar antes que hay otro factor, que lo llamamos “Liuqi” (que es externo), constituido por energías y agentes exteriores a nosotros como virus o bacterias, que pueden afectarnos cuando nuestro sistema inmunológico lo permita, pero que ellos también se ven afectados por los ciclos cósmicos.
Podríamos entonces definir al Fuqi-cielo como un liuqi “encapsulado”, latente, a la espera de las mejores condiciones para actuar.
Y esas condiciones van a depender del potencial defensivo que no siempre está a la altura y del entorno cósmico que nos envuelve.
La energía defensiva, conocida como Wei, es aportada por nuestros meridianos, pero estos también cambian en función de muchas variantes, entre ellas, las cósmicas que son de las que vamos a hablar en este artículo.
En el universo , todo tiene su orden. No vamos a decir que es el único, pero en este caso tomaremos el que establecieron los chinos, en concreto, la dinastía Chang (1500 a.C.). Lo usaremos como paradigma.
En el universo interdependiente e interconectado que nos ha revelado la ciencia moderna, en sus tres niveles:
- el mundo interior, el shen
- el dominio cuántico
- el espacio exterior
¿Es posible que estén conectadas entre ellas, más profundamente de lo que se nos ha hecho creer o de lo que jamás hubiéramos podido imaginar?
¿Es posible que, en los niveles más profundos, el Shen y el cosmos estén tan relacionados que en cierto sentido sean idénticos?
La intuición de que existe una conexión entre el macrocosmos celestial y el microcosmos humano ha estado presente desde hace mucho tiempo en las visiones del mundo oriental. Creo que la correspondencia entre la experiencia humana y las posiciones y los movimientos del Sol, la Luna y los cuerpos planetarios del sistema solar son incontestables.
CALENDARIO CHINO
Subsiste con mucha vitalidad en la tradición y a nivel popular, especialmente en el campo, donde las actividades agrícolas están estrechamente relacionadas con esta forma de cronometría. Lo vamos a explicar simplificándolo, ya que en realidad es complejo.
El calendario lunar rige las numerosas fiestas tradicionales: La Fiesta de Primavera (Año Nuevo chino), la Fiesta de la Luna, la de los Faroles, la de Mayo, etc.
El calendario chino gira alrededor de un ciclo de sesenta años, con lo que se explicarían los diferentes cambios y, por qué no, hasta el “cambio climático”; que no consiste sólo en cambios meteorológicos, en el clima, sino en lo que estamos viviendo o sufriendo: la aparición de nuevas mutaciones de virus ya existentes, cambios en las mentalidades de los humanos, guerras… en definitiva, cambios en el universo.
Según el modelo chino:
El año comienza con la segunda Luna Nueva después del solsticio de invierno. Este solsticio es el punto en el que la energía Yin llega a su cumbre, con la noche más larga y un día muy corto; esto da lugar al comienzo de la energía Yang. Este ciclo de 60 años está formado por la interacción de los “Diez Troncos Celestes y las Doce Ramas Terrestres”, que son unidades de tiempo y lugar. Cada año se unen un Tronco y una Rama y se produce una nueva combinación, de manera tal que en este calendario los Troncos Celestes se repiten cinco veces, surgen de la teoría de los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua, que forman una cadena de dependencia y control en sus dos polaridades Yin - Yang. Y las Ramas Terrestres se repiten seis.
De esta manera se forman 60 binomios formados por una rama, un tronco y su polaridad.
El ciclo completo Jia Zi, se repite cada:
- 60 años
- cada 60 meses (o 5 años)
- cada 60 días
- cada 60 horas (dos días y medio)
Es decir, cada 60 años podemos tener un cambio, cada 5 años podemos hacer una crisis, cada 2 meses sufrimos una posible alteración y cada dos días y medio una modificación de nuestros meridianos y de nuestro entorno. ¿Basándonos en qué?, en la estructura cambiante pero cíclica del cosmos, del universo.
Todo esto no deja de ser un modelo teórico creado en el 1500 a.c. Pero igual que seguimos utilizando la acupuntura, ¿por qué no vamos a servirnos de él, como una orientación en nuestro esfuerzo por mejorar el bienestar y la salud?
El cometa Halley, oficialmente denominado 1P/Halley, es un cometa grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada 75 años de promedio. Podríamos descomponerlo en un periodo de 60 años, más tres periodos de 5 años.
Lo que podemos deducir de todo esto, repito, siendo sólo un modelo teórico, es que en el universo hay ciclos. Eso sería lo más importante y que por lo tanto las situaciones se repiten, ocasionando cambios en nosotros y en el entorno.
Pongamos un ejemplo:
Si tomamos a una persona que haya nacido en el periodo entre el 3 de febrero del 1954 y el 23 de enero de 1955, su rama es “caballo” , su tronco es “madera” y su polaridad será Yang.
¿Esto qué nos dice?, que su “Fuqi cielo”, su predisposición, su tendencia, posiblemente le afecte al hígado o vesícula biliar , en su polaridad Yang, y haga crisis en cada uno de esos ciclos, cada 5 años, cada 2 meses…
¿Qué tendríamos que hacer nosotros en este caso?, evitar que esas crisis aparezcan, que esos desequilibrios surjan.
CRONOPUNTURA
Seria la técnica por la cual evitamos que esa persona desarrolle una determinada tendencia mórbida. Es decir, ese FUQI encapsulado producto de su genoma y de las condiciones cósmicas cíclicas y propicias para que eso suceda, hará que se desarrolle o no, si lo evitamos, el proceso patológico.
Lo que haremos es, mediante el test de Kinesiología, encontrar el o los puntos adecuados y aplicar los adhesivos de la frecuencia idónea. Para neutralizar a ese FUQI, para que mantenga un nivel de energía suficiente el individuo, podemos utilizar:
- el protocolo básico
- hacerlo con la técnica Ting-Mu, de la que hablaremos próximamente.
Y todo ello con los adhesivos clásicos Yang y Yin o la nueva frecuencia OM.