¿EL POR QUÉ?
El primer caso de sida en España se diagnosticó en octubre de 1981 en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Ese fue el desencadenante para buscar una solución al pánico que esa enfermedad, de origen desconocido en ese momento, causaba en la población. La gente dejó de acudir a las consultas de acupuntura por miedo a contagiarse a través de las agujas.
Como siempre ha ocurrido en la historia de la humanidad, una amenaza te obliga a buscar una salida. Como presidente de la Asociación Española de Acupuntores, me vi con la obligación de intentar buscar una solución. Fueron varias las líneas de trabajo que durante varios años desarrollé para sustituir la aguja, láser, moxa, aplicación sobre los puntos de acupuntura de gotas de flores de Bach…
En definitiva, lo que buscaba era estimular dichos puntos con “algo” que los hiciera reaccionar igual que con la aguja, pero sin necesitar usarlas. Así, se evitaba el miedo al contagio y de paso, el dolor y la molestia que estas podían producir.
Sabíamos que los colores, los sonidos, los olores, los sabores, las radiaciones electromagnéticas eran capaces de inducir reacciones bioquímicas, funcionales y orgánicas. Si encontraba un producto que reprodujera esas vibraciones y estimulara los puntos…
EL PROTOCOLO
Hasta ese momento el conocimiento de la MTC era farragoso y un tanto desordenado; pero todo cambió con la incorporación de la Kinesiología a la acupuntura.
En los años 80, Raphael Van Assche estaba trabajando en la clínica Buchinger en la costa del sol y fue donde descubrió el reflejo del cambio en la longitud de los brazos, el llamado por él: AR o Arm Reflex. Este reflejo es la base de la Kinesiología Holística, que es la que incorporé a este método.
Cuando tomé contacto con él y recibí sus enseñanzas, vi claramente que se podía hacer unos protocolos basados en el test de kinesiología que dieran más luz y ordenaran los conocimientos de la Bioenergética, que me trasmitió mi mentor el profesor Carlos Nogueira, con el que tuve el placer de trabajar durante mis primeros años de ejercicio de la acupuntura tradicional, junto con las enseñanzas del maestro Nguyen Van Nghi.
EL MATERIAL
Había un material, entre muchos otros, que, sabiéndolo hacer, se le podía programar con esas diferentes vibraciones y frecuencias para poder conseguir nuestro fin: la activación de los puntos de acupuntura, con el consiguiente buen resultado posterior. Ese material era la sílice.
Desde tiempos inmemoriales la humanidad está utilizando los cristales de sílice. El cuerpo funciona con pequeñas corrientes y campos eléctricos. Todas las membranas de las células tienen una polaridad eléctrica. Cuando un tejido es estimulado con sílice, los iones cambian de lugar a través de la membrana, intercambiando la polaridad por un momento. Después, vuelven a sus lugares normales. Este cambio del potencial eléctrico se mueve a través de las células como si fuera una verdadera corriente. Constituyendo lo que denominamos meridiano.
EL DESARROLLO
El camino ha sido complicado. Elegí la vía no reglada, autodidacta y heterodoxa, aparcando todos los juicios previos, obligándome a observar con humildad las respuestas de los usuarios, guiándome por lo que producían los distintos estímulos que aplicábamos y sirviendo de guía para dar con la fórmula más apropiada.
Toda una vida dedicada a la investigación y a la docencia, por toda España y muchos otros países. He recorrido muchos kilómetros. He impartido cursos en infinidad de escuelas y centros, clínicas, facultades de medicina y en colegios de médicos y enfermería. Al principio me cerraron muchas puertas. La propia técnica, espantaba a los profesionales más ortodoxos. Era muy vanguardista y avanzada, fusionando la acupuntura con la kinesiología y sin usar agujas…¡qué sacrilegio!
En 1994, publiqué mi primer libro de Restauración Bioenergética, en el que, ya utilizando el test de Kinesiología holística, desarrollé los primeros protocolos. Luego vinieron otros dos más en 2004 y 2015.
LA LEGALIDAD
En 2003 surge otro acicate para avanzar. Desde el gobierno de Aznar, se promulga el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, en donde dictamina en el apartado:
“U.101 Terapias no convencionales… en donde un médico es responsable de realizar tratamientos mediante técnicas de estimulación periférica con agujas”.
Muchos de los profesionales acupuntores, que no eran licenciados en Medicina, ya no podían trabajar al no poder aplicar las agujas.
Sin embargo, con el método RB, podíamos establecer sencillos protocolos de actuación y estimular los puntos de acupuntura con los adhesivos de sílice, previamente programados con diferentes frecuencias, ejerciendo dentro de la legalidad.
EL RESULTADO
Hoy puedo decir con satisfacción, después de más de 30 años de desarrollo y trabajo, que se ha conseguido un método con excelentes resultados. Facilita el trabajo del profesional y mejora la vida de sus usuarios.